El día miércoles 20 de julio, fue la primera vez que visitamos la obra residencial Prisma, con el motivo de pedir permiso para que nos dieran la oportunidad de hacer un recorrido por la construcción y poder observar el proceso de realización de un vaciado.
Fue algo difícil obtener el permiso ya que la obra estaba un poco avanzada y con mucha razón, la ingeniero residente no quería correr el riesgo de que nos ocurriera algo, pero terminó considerándolo y aceptó que se realizara la visita con la condición de que todos fuéramos con el equipo de seguridad, que son las botas y el casco, y además, que nos acompañara un representante de la universidad, para la ingeniero era importante que un profesor se hiciera responsable de nosotros. Afortunadamente el papá de Mayra, que es Arquitecto y profesor, accedió a acompañarnos.
Seguidamente, la ingeniero nos propuso hacer el recorrido ese mismo día, pero como faltaba una compañera y no teníamos el equipo necesario, nos pusimos de acuerdo de ir el viernes 22.
Para ese momento, la construcción iba por el piso cuatro, el cual todavía estaba con el encofrado, y el del quinto piso estaba en proceso.
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